martes, 16 de agosto de 2011

No supimos amarnos

Amé tan grandiosamente que creí morir. Me equivoqué. Volví a amar apasionadamente y creí volver a morir. De nuevo me equivoqué. Seguí y otra vez amé y me equivoqué.
Amé tantas veces y tan profundamente que creí no poder amar más y...Me volví a equivocar.
Siempre hubo alguien a quién amar y como todos, a quién deber olvidar. Pero no a ti, a ti no te olvido, sólo lo oculté, pese a que fuese yo quién te dejase marchar, que fuese yo quien desease tu felicidad a la vez que deseaba la mía, escrita en un pequeño trozo de papel en un...Simple San Juan.
No, no te olvido, aunque fuéramos conscientes de que nuestro camino no depararía a ningún sitio, que en cualquier segundo, en cualquier destino y de cualquier forma nos perderíamos. No tenía sentido, nada tenía sentido, ni los besos, ni los pocos abrazos, ni tu lucha por querer permanecer...No, ya no tenía sentido pues fueron muchas las noches que esperé que me abrazaras, fueron muchos los días los que quise ver el sol...Tantas en tanto tiempo que perdimos el control...porque sí, si fue por mi, pero también fue por ti...No supimos.

Aún así no te olvido de la misma manera que olvidé a todas aquellas personas que tanto amé. No, no te olvido,porque soy yo quién conoce tu risa mejor que la mía, porque soy yo quien conozco cada lunar de tu cuerpo y cada verruga de tu hombro, soy yo la que podría dibujar cada rasgo de tu cara sin tocarte y el tatuaje de tu espalda, soy yo la que conoce tu cuerpo, tu aliento, tu sonrisa, tu mirada, tus gestos...Cuando bailas, cuando fumas, cuando comes, cuando bebes, cuando hablas, cuando te enfadas, cuando bromeas, cuando cantas, cuando escuchas, cuando silbas, cuando te duchas, cuando callas, cuando miras o cuando simplemente e íntimamente haciéndome cosquillas me abrazas.

Y no, no te olvido y ¿sabes por qué?

Por que contigo escribí sobre amor, un amor primerizo y un amor letargo que siempre creí eterno. También escribí de sueños, de ilusiones y cómo no, de anhelos.

Porque también escribí sobre calvarios, sobre tristezas y sobre soledades.

Porque dejé de escribir justo cuando todo empezó a morir y mis letras se convirtieron en luto.

Y porque esta noche, en la misma noche en la que te he encontrado después de un largo luto y siendo además, sin mí feliz, es en esta noche en la que de nuevo he amanecido pintando versos en mi colchón.

Después de todo, creo que tú, fuiste y serás mi único y verdadero muso.

Gracias por existir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario