viernes, 10 de mayo de 2013

Si yo, tú.

Si yo, tú.
Si caes, yo contigo,
y nos levantaremos juntos en esto unidos.
Si me pierdo, encuéntrame.
Si te pierdes, yo contigo,
y juntos leeremos en las estrellas
cuál es nuestro camino.
Y si no existe, lo inventaremos.
Si la distancia es el olvido,
haré puentes con tus abrazos,
pues lo que tú y yo hemos vivido
no son cadenas... ni siquiera lazos:
es el sueño de cualquier amigo
es pintar un te quiero a trazos,
y secarlo en nuestro regazo.
Si yo, tú.
Si dudo, me empujas.
Si dudas, te entiendo.
Si callo, escucha mi mirada.
Si callas, leeré tus gestos.
Si me necesitas, silba
y construiré una escalera
hecha de tus últimos besos,
para robar a la luna una estrella
y ponerla en tu mesilla para que te dé luz.
Si yo, tú.
Si tú, yo también.
Si lloro, ríeme.
Si ríes, lloraré,
pues somos el equilibrio,
dos mitades que forman un sueño.
Si yo, tú.
Si tú, conmigo.
Y si te arrodillas
haré que el mundo sea más bajo, a tu medida,
pues a veces para seguir creciendo
hay que agacharse.
Si me dejas,
mantendré viva la llama hasta que regreses,
y sin preguntas, seguiremos caminando.
Y sin condiciones, te seguiré perdonando.
Si te duermes, seguiremos soñando.
que el tiempo no ha pasado,
que el reloj se ha parado.
Y si alguna vez la risa se te vuelve dura,
se te secan las lágrimas y la ternura,
estaré a tu lado,
pues siempre te he querido,
pues siempre te he cuidado.
Pero jamás te cures de quererme,
pues el amor es como Don Quijote:
sólo recobra la cordura para morir.
Quiéreme en mi locura,
pues mi camisa de fuerza eres tú,
y eso me calma,
y eso me cura...
Si yo, tú.
Si tú, yo.
Sin ti, nada.
Sin mí, si quieres, prueba.

No más piedras a mi corazón


¿No te has parado nunca a pensar que quizás aquella persona a la que le cuesta tanto quererse es porque quizás no le enseñaron cómo quererse? 

¡Es que tú no te quieres! ¡Es que tú no te respetas! ¡Es que tú no eres capaz de estar sola! ¡Es que tú no...tal! ¡Es que tú no...Pascal! Tú-no, Tú-no y más Tú-no.

 ¿No es eso acaso un refuerzo a esa idea errónea cuando te empeñas en contar y recontar una y otra vez todas las piedras que hay en su camino, piedras que esa persona conoce a la perfección porque recuerda cada momento en que fue colocada, en vez de ayudarle a encontrar el modo de saltarlos para seguir armoniosamente su camino?

 ¿No es eso pues en lo que consiste el amor? 

 Tú-no, tú-no, tú-no... 

Perdona.... 

¡¡¡ YO SÍ !!!! 


Y perdonaré, principalmente por egoísmo, por mi paz y para que en ese nuevo comienzo conmigo,  
NO ESTÉ PERMITIDO NUNCA MÁS LA INFRAVALORACIÓN. 

Gracias Universo, por el compañero que brilla cuando la luz está apagada, que deja que me caiga procurando que no me haga daño, que si las flechas me confunden me da pistas. Gracias, por ese regalo.